
La Selecta fue un Café-laboratorio de las artes y las ciencias con prácticas culturales y artísticas en un sentido muy laxo. Sigue la filosofía de la cultura libre y la economía social. Esta expresión concreta de La Selecta, en la Sierra Norte de Madrid—en un pueblo muy concreto que es Buitrago de Lozoya y que es un pueblo medieval que está en la zona norte de Madrid— tuvo una vivencia de casi dos años: 2013 y 2014. En este espacio conjugamos diferentes líneas de acción. La primera, una línea gastronómica—somos lo que comemos y lo que bebemos—, por tanto, creamos un restaurante con alternativas vegetarianas y veganas donde los alimentos que ofrecíamos venían de lugares de corto alcance, con toda una reflexión política en torno a lo gastronómico. Así que de ahí nosotras teníamos la fuente de ingresos principal que nos permitía luego desarrollar las otras líneas de trabajo: una línea más artística y una más científica y de divulgación. Entendiendo también las prácticas científicas y de investigación de una manera muy amplia—expansiva. Entonces, estas tres líneas —la gastronómica, la artística cultural y la científica cultural—, se combinaban a lo largo de toda la semana.