Por Semolina Tomic, Antic Teatre
Hablo de la industria cultural en sentido de la mercantilización y comercialización de la cultura. Todo se hace por dinero. (…) Esta cultura se caracteriza, por ejemplo, por un espacio público, que puede ser una fábrica de creación en la que se ha invertido millones de euros, donde te hacen como pequeños cuartos que alquilan para el uso del artista, para tocar música, o para crear su obra de teatro y les cobran. Lo que decimos nosotros, hablando de estrategia política, es que está bien que creen esto pero el acceso tendría que ser gratis, porque ya lo hemos pagado, esto está hecho con nuestro dinero. Queremos que pongas gente que trabaje y que dé un servicio a los chicos en la cultura. (…) El teatro en Cataluña ahora es un teatro comercial. Es puro entretenimiento. Estamos en contra de la cultura del “entertainment”. La cultura que existe y que está por todos lados tiene que ser una reflexión sobre el ser humano. Incluso el circo tiene que tener un pensamiento. El por qué, el cómo y el para qué, es lo más importante en el arte, para eso hay que pensar mucho antes de ponerte a crear. (…) Toda la industria cultural está subvencionada, ¡como el coche!, y ahí está el problema, o es industria cultural o es subvencionada. (…) Nosotros estamos en contra de esa cultura de entrenamiento subvencionada porque cogen a los actores famosos de las series de “atontamiento” de televisión, les pagan un montón de dinero—de 10 a 30 mil euros mensuales—por ensayar en uno de estos teatros y después ponen la obra un mes y la tienen llena. Y los actores siguen diciendo “tonterías” en el escenario y eso lo critico. La mayoría de la cultura es esta. Y ¿cómo cambiar esto? pues con una política cultural, deja a los chicos que tengan espacios y que empiecen a crear. (…) Tiene que cambiar la política cultural, que venga un partido o una gente a quien de verdad le interese la cultura. (…)El problema es que en política cultural no hay una visión, un programa a diez años o quince años y las cosas no se hacen de un día para el otro. Para construir cosas necesitas cambios en la educación; para poner un programa artístico obligatorio en las escuelas necesitas una ley. Esto quiere decir que todos los artistas de alrededor tendrían trabajo enseñando en las escuelas en vez de morirse de hambre. Porque aquí los artistas no sólo trabajan en esto, sino que tienen otros trabajos. Se necesita un partido que escoja personas que quieran cambiar esto y para que los recursos lleguen a la ciudad.