Por Luis I. Prádanos (Iñaki)
El decrecimiento es un movimiento social que cuestiona la obsesión con el crecimiento económico constante y señala lo obvio: en un planeta finito es biofísicamente imposible un crecimiento constante. Por lo tanto, cuanto más crece la economía global más rápido colapsan los sistemas vivos planetarios. Además, el crecimiento económico es socialmente corrosivo si aumenta la desigualdad. Por ello, urge articular una cultura económica que no sea adicta al crecimiento. Para ello, es necesario salir del imaginario dominante que equipara progreso con crecimiento económico o desarrollo con consumismo para buscar imaginarios alternativos que sean socialmente deseables y ecológicamente viables: imaginarios post-crecimiento. Estos nuevos imaginarios albergarían el potencial de materializar sociedades con metabolismos social y ecológicamente regenerativos que facilitasen una transición a paradigmas culturales radicalmente diferentes; una transición del hedonismo triste al decrecimiento feliz.