Por Sidra Capriolo, Teagan Carpenter, Lindsay Douglass, Alexa Draper, Julia Feldman, Emma Grupe, Katelynne Hernández Guardado, Thomas Jones, Olivia Kelly, Hannah Lopez Kiperman, Anastasia Panomitros, Cecily Pryor, Ames Radwan, Max Rionda, Samuel Ross, Cassidy Waldrep, e Iñaki Prádanos.
El ecofeminismo es una respuesta social al colapso civilizatorio que aborda la interseccionalidad entre la crisis ecológica y la opresión patriarcal. Según el ecofeminismo, estas dos crisis tienen raíces interconectadas: el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo. Para contrarrestar la destrucción ecológica y la explotación social, es preciso lidiar con las fuentes estructurales de la insostenibilidad y la desigualdad. Esto requiere la colaboración entre los movimientos ecologistas y feministas, ya que la explotación de lo humano y de lo no humano tiene raíces comunes. Según el ecofeminismo todas las estructuras de opresión están íntimamente conectados (ej. lo que una persona come en Europa está relacionado con el racismo y la violencia contra mujeres indígenas en Brasil).
El ecofeminismo investiga la interconexión entre la opresión patriarcal, el extractivismo capitalista y la crisis ecológica. Se define como un movimiento filosófico, político y activista contra la dominación del patriarcado sobre las mujeres, las personas marginadas y el planeta. La dominación colonial, capitalista y patriarcal se materializa en una desigualdad global inaceptable y en el colapso de los sistemas vivos planetarios. El ecofeminismo aboga por la igualdad, la justicia ambiental, la cultura de los comunes y la ética del cuidado como fórmula para eliminar los procesos que generan pobreza y extinción a escala planetaria. El ecofeminismo lucha contra las ideologías dominantes y se opone frontalmente al capitalismo, al racismo, al patriarcado, al sexismo, al colonialismo y, en resumen, a todas las instituciones jerárquicas que transforman diferencias en desigualdades. El ecofeminismo propone poner la vida en el centro de la organización social para garantizar colectivamente la reproducción de la vida (no la reproducción del capital), y así generar abundancia colectiva y cohesión comunitaria. El objetivo fundamental es promover culturas diversas, igualitarias, regenerativas y colaborativas.
Referencias:
AMAIA PÉREZ OROZCO. Subversión feminista de la economía. Traficantes de Sueños (Madrid, 2014).
HERRERO, YAYO, MARÍA GONZÁLEZ REYES, MARTA PASCUAL Y EMMAGASCÓ. La vida en el centro. Voces y relatos ecofeministas. Libros en acción (Madrid, 2019).