Por Jorge Gaupp
Libertari@: Persona comprometida con la libertad y el apoyo mutuo frente al autoritarismo, en especial aquél que se ejerce debido a la desigualdad en la acumulación de propiedad privada y al monopolio estatal de la violencia legitimada, entre otras. Por ejemplo, en sus orígenes el movimiento libertario puso énfasis en la lucha contra la apropiación eclesiástica de la educación, la espiritualidad y los rituales colectivos, así como en la lucha contra la idea de patria, que dificultaba la solidaridad entre pueblos y favorecía el reclutamiento belicista. En la actualidad, much@s libertari@s se centran en abolir o mermar las prácticas autoritarias de base patriarcal, racista o especista. En todos los casos, el movimiento libertario ha realizado grandes esfuerzos en pro de la movilización social autónoma y de la extensión popular de la cultura, la ética y el conocimiento como vías de emancipación individual y social al mismo tiempo.
La mayoría de las personas libertarias se identifican con el anarquismo o socialismo libertario, términos-madre que amparan todo tipo de asociaciones y redes de colaboración no mercantilizada ni opresiva que se practican sin necesidad del Estado. Buena parte de este tejido ya forma parte del funcionamiento de la vida social: innumerables organizaciones de solidaridad local e internacional, asociaciones de vecin@s, cooperativas, ollas populares, redes de conocimiento online, bancos de tiempo, asociaciones científicas y culturales, comunidades indígenas, grupos espontáneos de protesta, escuelas libres, movimientos de renovación pedagógica, grupos de lectura, excursionismo o sexualidades alternativas, municipios libres, ecoaldeas y un largo etcétera funcionan ampliamente bajo lógicas libertarias de autogestión, democracia directa y cuidado mutuo. El movimiento libertario trata de sostener y extender este funcionamiento antiautoritario hacia unidades más amplias. Durante el primer tercio del siglo XX, el pilar fundamental de estas redes fue el sindicato anarquista, cuyo ejemplo más potente fue la CNT ibérica. Éste se dedicó a lograr progresivamente mejoras pragmáticas en el mundo del trabajo, el consumo o la educación mediante duras huelgas y negociaciones, con el objetivo de que sus conquistas se volvieran ubicuas y avanzaran hacia una sociedad sin desigualdades de poder político y económico. El ejemplo más grande del siglo XXI se da en las prácticas de Confederalismo Democrático dentro de la región de Kurdistán. Históricamente, l@s libertari@s han oscilado entre la abstención electoral activa y el sufragio activo y pasivo como herramientas para derrocar o prevenir los gobiernos más autoritarios.