de Patricia Manrique

Amor: sentimiento recíproco de atracción —en un sentido amplio— que genera el encuentro entre seres o entre estos y ciertos entes. En palabras de Alexandra Kollontai, podría decirse que es un “poderoso factor de la Naturaleza, que no es sólo una fuerza biológica, sino también un factor social”. Hay amores sexualizados o no, familiares, comunitarios, por el arte, la ciencia, el pensamiento… Para Spinoza, es alegría acompañada por la idea de una causa exterior, y supone un aumento de nuestra potencia de actuar y pensar. Para Emmanuel Levinas, implica amar la cualidad misma de la diferencia, en la medida en que la subjetividad es exposición a les otres. El amor afirma la cualidad interdependiente del ser humano, nuestra necesidad de afecto y apego, pese a que el individualismo trate de bloquear esta realidad radical relacional.

Para Max Scheler, el amor es un “movimiento” que hace que “relampaguee” el valor más alto de lo que se ama, que nos hace sensibles al valor que posee, algo que puede pasar desapercibido para otros. Se dirige a lo que de singular tiene lo amado. Aunque esto puede aplicarse a una gran variedad de situaciones, se tiende a confundir el sentimiento general con una de sus realizaciones, el amor sexualizado, ya sea en pareja o poliamor, operación que produce desconexión del mundo, del común, encerrando a la singularidad en ciertas relaciones, lo que no deja de ser otra forma de monogamia, ideología amorosa restrictiva y tóxica.   

Alain Badiou considera el amor una de las cuatro “condiciones de la filosofía” —arte, saber, política y amor— que abre la posibilidad de experimentar el mundo desde el Dos y no desde el Uno: frente al amor romántico, que pone el énfasis en el éxtasis fusional y monogámico, o al amor comercial o jurídico, seguro, contractual, capitalista, el amor es experiencia de la diferencia, implica salir del onanismo de la identidad. Además, supone el compromiso de convertir algo contingente como el encuentro en una lealtad con un proyecto común, de decir “sí” a convivir con la diferencia, y romper con el aislamiento del “sujeto” para asumir la condición extática, relacional, de la “singularidad”. En este universo conceptual, los celos son un “parásito artificial” enemigo del amor, pues colocan el yo por delante de la diferencia, de un modo antitético con la escena del Dos. El buen amor desprivatiza los afectos, siembra más apertura a la diferencia, abre puertas a una libertad que crece en la convivencia con otres. La escena del Dos ha de elevarse a la ‘n’ potencia.

En esta línea, en Commonwealth. El proyecto de una revolución del común, Toni Negri y Michael Hardt consideran el amor un proceso de producción del común y de producción de subjetividad, a la par que un fin en sí mismo. Es, por su potencia de producción de redes afectivas, disposiciones de cooperación y subjetividades sociales, una potencia económica. Y, así concebido, se convierte en una acción, no algo pasivo, pues resulta ser un acontecimiento planificado y realizado en común.

Al feminismo le debemos el haber desenmascarado el supuesto carácter universal y ahistórico del amor al mostrarlo como un constructo histórico-cultural, desde la media naranja y la complementariedad, a los pares de opuestos irreconciliables, ya sea de la mano del amor romántico burgués — la fusión, la salvación, la transformación y la felicidad a través del amor de pareja que culmina en la familia— o del romanticismo posmoderno. En esta línea, desde la crítica al amor heteropatriarcal y la monogamia se construyen interesantes espacios colectivos de pensamiento y debate como Golfxs con principios que tratan de profundizar en buenas prácticas amorosas, como el poliamor desde un punto de vista ético, atento a que las prácticas poliamorosas no se conviertan en un mero consumo de cuerpos y subjetividades, al estilo del “capitalismo emocional”, estudiado por Eva Illouz.

 

Bibliografía 

Golfxs Con Principios. 2012, https://www.golfxsconprincipios.com/. 

Kollontai, Alejandra. "¡Abran paso al Eros alado!: Una carta a la juventud obrera.” 1923. Traducido por Daniel Gaido. Marxists Internet Archive, agosto 2017. https://www.marxists.org/espanol/kollontai/1923/0001.htm.